La técnica del DGP permite seleccionar los embriones sanos genéticamente y que tienen mayores probabilidades de implantar en el útero y, por tanto, dar lugar a una gestación. Sin embargo, esta técnica complementaria de análisis genético del embrión supone la manipulación del embrión para obtener las células, lo que conlleva cierto riesgo.
Además, puede ocurrir que tras el DGP no queden ningún embrión sano. En estos casos, la transferencia embrionaria sería cancelada y los pacientes deberían realizar otro ciclo de FIV o incluso recurrir a gametos de donantes.
Por último, no hay que olvidar los posibles problemas éticos que puede conllevar la realización del DGP y la selección de los embriones.
Puedes leer el artículo completo en: ¿Qué es el diagnóstico genético preimplantacional o DGP? ( 63).
Por Andrea Rodrigo (embrióloga) y Marta Barranquero Gómez (embrióloga).
Última actualización: 02/07/2021
