Las hormonas del hombre en el estudio de fertilidad

Por (embrióloga).
Actualizado el 01/12/2016

En el estudio de fertilidad masculina, se puede solicitar un análisis de hormonas en caso de observar alguna alteración grave del esperma en el seminograma que pueda indicar un trastorno en la espermatogénesis, el proceso de producción de espermatozoides. Dicho proceso está controlado principalmente por las hormonas FSH y LH producidas por la hipófisis y la testosterona secretada en el testículo.

El estudio de estas hormonas es una prueba habitual en casos de ausencia de espermatozoides en el eyaculado (azoospermia) o cuando la concentración de espermatozoides es inferior a 100.000 por mililitro (criptozoospermia). Si se detecta un trastorno hormonal, generalmente se soluciona con medicación. Sin embargo, en algunos casos podría requerirse la donación de semen.

Función de las hormonas masculinas

La función testicular está controlada por el eje hipotálamo-hipófiso-testicular. La hormona liberadora de gonadotropinas (GnRH) es la encargada de controlar las hormonas producidas por la hipófisis, la hormona foliculoestimulante (FSH) y la hormona luteinizante (LH). Éstas, a su vez, se encargan de que el testículo cumpla sus dos funciones básicas: su función endocrina, que es producir testosterona, y la exocrina, producir espermatozoides.

La LH que libera la hipófisis, al llegar al testículo, actúa sobre las células de Leydig. Estas células se localizan en el intersticio testicular, entre los túbulos seminíferos donde se producen los espermatozoides, y su función es producir testosterona, la hormona sexual masculina por excelencia.

La testosterona es esencial para el desarrollo de los caracteres sexuales secundarios masculinos, el funcionamiento de la próstata, las vesículas seminales y otras glándulas accesorias, así como para otras funciones importantes del organismo.

Asimismo, la FSH, también liberada por la hipófisis, estimula la espermatogénesis al ejercer su acción sobre las células de Sertoli, que se localizan en los túbulos seminíferos envolviendo a las células germinativas o espermatogonias (células precursoras de espermatozoides) para nutrirlas, protegerlas y favorecer su desarrollo hasta espermatozoide.

Por otro lado, estas células convierten parte de la testosterona producida por las células de Leydig en estrógenos y sintetizan una proteína especializada, la proteína transportadora de andrógenos (ABP), que fija la testosterona en el testículo facilitando su acción en la espermatogénesis.

A pesar de que la testosterona estimula la espermatogénesis, si se produjera en cantidades elevadas podría llegar a impedir la producción de espermatozoides. Por lo tanto, para asegurar una correcta regulación hormonal, cuando se han alcanzado niveles adecuados de testosterona, esta hormona debe actuar sobre el hipotálamo y la hipófisis para bloquear la producción de GnRH, LH y FSH.

Análisis hormonales masculinos

En el perfil de hormonas masculinas del estudio de fertilidad, se estudian los valores de las hormonas LH, FSH, testosterona, 5α-dihidrotestosterona (5α-DHT) y prolactina. Para poder valorar si sus niveles son normales, se hace un análisis de sangre.

Si los niveles están fuera de lo normal, es decir, si las hormonas están altas o bajas, puede verse alterada la espermatogénesis y, por tanto, la cantidad y la calidad de espermatozoides en el eyaculado se verían afectadas negativamente.

En la mayoría de casos se puede conseguir una correcta espermatogénesis simplemente corrigiendo la alteración hormonal con medicación. Sin embargo, en algunas ocasiones puede ser necesario recurrir al semen de un donante.

Testosterona y dihidrotestosterona

La testosterona es una hormona androgénica ejerce su acción en el cuerpo de tres formas: actuando directamente sobre las células, transformándose en estradiol y transformándose en 5α-dihidrotestosterona (5α-DHT). Dependiendo del tejido u órgano en el que tenga que hacer efecto y gracias a las enzimas y proteínas necesarias, la testosterona actuará de una forma u otra.

La prueba de la testosterona consta de dos mediciones:

  • Testosterona libre: mide la cantidad de testosterona que circula en la sangre sin estar unida a proteínas.
  • Testosterona total: mide tanto la cantidad de testosterona libre como la unidad a proteínas.

Los valores normales de testosterona total en el hombre adulto se sitúan entre 270 y 1.070 ng/dl, mientras que la testosterona libre debe tener un valor de 90-300 pg/ml.

Tener la testosterona baja sugiere un problema en su producción, ya sea en las células de Leydig del testículo o en la secreción de hormonas de la hipófisis que estimulan su síntesis en el testículo. Si el problema está en el testículo puede deberse a alguna enfermedad testicular, infecciones, alteraciones inmunitarias o traumatismos, mientras que si el problema es hipofisario puede estar causado por un tumor benigno.

Por otro lado, valores elevados de testosterona pueden tener su origen en un cáncer testicular, hiperplasia suprarrenal congénita, resistencia a los andrógenos o consumo de medicamentos o drogas que aumenten la testosterona.

También es importante medir la 5α-dihidrotestosterona (5α-DHT), un andrógeno derivado de la testosterona que se obtiene gracias a la 5α-reductasa, una enzima que se encuentra en la próstata, testículos, folículos pilosos y cápsulas suprarrenales.

Los hombres que tienen deficiencia de esta enzima no son capaces de producir dihidrotestosterona y, por ello, presentan un fallo en el desarrollo de sus genitales y de los caracteres sexuales masculinos. Se consideran valores normales de dihidrotestosterona entre 30 y 85 ng/dl.

FSH y LH

Ante disfunción eréctil, baja libido, infertilidad o la sospecha de una alteración de los caracteres sexuales masculinos se debe solicitar un análisis de las hormonas FSH y LH.

Los valores normales de la FSH en el hombre son de 1.0 - 12.0 mUI/mL, mientras que la LH tienen unos valores de referencia de 2.0 - 12.0 mUI/mL.

Si la testosterona baja se acompaña de FSH y LH altas, el hombre presenta un hipogonadismo primario (fallo testicular), mientras que si la testosterona está alta y la LH y FSH están bajas, el hombre presenta un hipogonadismo secundario (fallo hipotálamico o hipofisario).

Prolactina

La prolactina es una hormona secretada por la hipófisis que actúa estimulando las células de Leydig en el varón, encargadas de sintetizar testosterona. Por lo tanto, si la prolactina está alta, se verá disminuida la liberación de las gonadotropinas LH y FSH, por lo que disminuirá la función testicular y la testosterona estará baja.

Los valores normales de testosterona se sitúan entre 2,5 y 17 ng/ml o 53-360 mUI/ml. Cuando la prolactina está elevada, es decir, hay hiperprolactinemia, puede ocurrir impotencia masculina, ginecomastia, infertilidad y pérdida del deseo sexual.

Ante estos síntomas el médico puede solicitar un análisis de prolactina. Entre las causas de la hiperprolactinemia se encuentran los tumores en la hipófisis (prolactinomas), el hipotiroidismo, ciertos medicamentos y el estrés.

Preguntas de los usuarios

Si un hombre tiene las hormonas descontroladas, ¿se pueden regular al tomar una pastilla o colocar una inyección?

Por Sara Salgado (embrióloga).

Primero habrá que ver qué hormonas están alteradas y determinar la causa de la alteración. En la mayoría de los casos se podrá solucionar el problema con medicamentos o suplementos, pero en otros puede ser necesaria una intervención quirúrgica o incluso puede que no exista solución. El tratamiento específico para cada caso debe decidirlo siempre un médico.

Si el problema es una falta de hormonas, generalmente se soluciona con medicación oral. Sin embargo, si el problema es que la testosterona está baja por fallo testicular, podría no existir solución.

¿Puedo tomar suplementos de testosterona para producir más espermatozoides?

Por Sara Salgado (embrióloga).

Existen suplementos de testosterona y de vitaminas para mejorar la calidad del semen y la cantidad de espermatozoides. Su uso deberá estar siempre indicado por un médico y se deberán seguir sus instrucciones en cuanto a la dosis y tiempo de duración del tratamiento.

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Bibliografía

Autor

 Sara Salgado
Sara Salgado
Embrióloga
Graduada en Bioquímica y Biología Molecular por la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), con Máster en Reproducción Humana Asistida por la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Título de Experto Universitario en Técnicas de Diagnóstico Genético por la Universidad de Valencia (UV). Más sobre Sara Salgado

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